―En
la segunda página de La cosecha,
Hempel ya aborda la narración metaliteraria "Pero no llegaré a esa parte hasta dentro de un par de párrafos",
dice. Y así sigue hasta la mitad del texto en la que da un giro más a la llave
en la cerradura: "Cuando cuento la
verdad omito muchos detalles. Me pasa lo mismo cuando escribo una historia. Voy
a empezar a contar lo que omití de La cosecha, y quizá empieces a preguntarte
por qué tuve que omitirlo". Se dirige directamente al lector y lo
implica y le vuelve a contar la historia como se supone que sucedió en
realidad, y ahora la creemos de nuevo, porque es ella la que juega con el punto
de vista a su antojo. En total nos ha engañado dos veces, no está mal para un
relato que trata sobre las apariencias y por lo tanto sobre las mentiras. En
este también hay una ventana aunque no se nombre, desde la que la protagonista
divisa el lugar del accidente.


―Dos
cosas más: en el relato de Lucía Berlín aparece una Shirley, en el de Hempel, un
Jackson. Esto es una tontería, pero es curioso el azar...y en el relato La cosecha, hay una frase que le escuché
casi literal a Lobo Antúnes en aquella conferencia, a ver si te acuerdas,
cuando decía, hablando creo que de Chejov (¿o era de otro escritor?) que le
leyó una frase que le impresionó mucho y que quería poder escribir así...pues
te copio la de Hempel: "...supe que
había dolor en la habitación...solo que no sabía de quién era ese dolor".
Lobo describía una escena de una mujer mayor y su hijo, creo...Es curioso
porque nada más empezar el relato habla de Chejov (aunque a lo mejor no era de
Chejov, tengo que comprobarlo).
No, no
era en La cosecha, era en Punto de vista.
―En
cuanto a las ventanas , tienes razón. Se me ocurre que también tiene que ver,
por contraste, con el interior de los personajes y los narradores. La ventana
también es una frontera, un límite de lo personal y de lo social. En Las vacas : "abrimos la cortina temprano y ya están ahí ". En este relato
la ventana también es un marco para las descripciones tan ¿geométricas ?de la
narradora...que convierte cada descripción o escena en un cuadro, se me ocurre
que la mayoría de las veces abstracto.

En Las vacas el narrador, o la narradora, (me
inclino a pensar que la narradora por como habla, por los detalles en los que
se fija, o simplemente porque la asimilo a la autora), habla en primera persona
del plural (con lo cual de alguna manera nos está colocando a su lado con
alguien más que no se precisa) y nos propone un juego: vamos a mirar esto
sin parar, un día detrás del otro, cubriendo todos los ángulos, posibilidades,
colores, temperaturas, estaciones del año, horas del día, con días plácidos,
con tormentas, con nieve...esto es algo digno de contemplar infinitamente, esto
es arte, es indagación psicológica, es filosofía, si miramos esto vamos a saber
en qué consiste la vida. No hay historia, solo observación. Y una sucesión de
metáforas y comparaciones heterogéneas, desde las más simples a las más
complicadas, de manera que el lector no se aburre de mirar las vacas, con lo
limitado que pudiera parecer la observación de un animal tan simple. Y luego
habla de pájaros y moscas que actúan como las vacas como grupo, aunque
constantemente también , la narradora encuentra en los movimientos de las vacas
comportamientos asimilables a los humanos, a los individuos. Creo que ahí
radica el enigma que plantea.
En
cuanto a La noche... seguiré más tarde...no se me duerma el personal...
―Las vacas es
el relato que más explícitamente trata el paso del tiempo. A través de esos
cuadros a los que te referías, los cambios de postura, del paisaje, la
aparición de la nieve, de un niño o de un ternero, la narradora nos describe el
paso de los días y las estaciones. Al escribir esto me he acordado del
comentario de Gene Hackman en La noche se mueve a propósito de Eric Rohmer: "Es como ver crecer la hierba". Los
gemelos también habla del paso del tiempo, el tiempo que arrasa y se lo
lleva todo por delante y de las ruinas que deja, y La nueva vida del tiempo que no queremos que termine y tratamos
inútilmente de retener.

En Nada
de todo esto, aunque el relato
sigue un orden cronológico, lo que se está jugando es un tiempo repetido, en
espiral. "¿Qué
estamos haciendo?",
pregunta la hija aunque sabe muy bien lo que hacen, es lo que siempre hacen por
más que parezca imposible de creer hasta para ella que utilicen así una y otra
vez el tiempo de su vida.
Y para mi gusto es en La noche que todos tuvimos gripe donde se da un tiempo más trepidante. Mete a cinco personas
con gripe y un perro en cuatro habitaciones y ponlos a dormir, agita la
coctelera y lo que sale es una noche llena de acción, una casa desordenada y el
enigma de unas mantas desaparecidas.
―Y te has fijado que nadie habla de
sexo, salvo Carol Oates, donde el tema parece la culpa y sí tiene que ver con el
sexo. El resto pasa olímpicamente del asunto, ni jóvenes, ni medianas ni viejas,
ni europeas o americanas, vivas o muertas, todas lo eluden, Jaeggy, lo trata de
refilón, pero como algo antinatural y aburrido, y Fernández Cubas y González en
su acepción amorosa, el resto ni lo huelen.
―Estoy
casi de acuerdo en lo del sexo. Casi, porque en La cosecha tenemos el asunto en juego, de algún modo. Cuando se
habla del físico y la nubilidad, si es o no importante ser atractivo para
encontrar pareja...y además, la narradora decide contar en la supuesta versión
falsa de la historia que el hombre con el que está la protagonista durante el
accidente es un hombre casado para que así el lector encuentre oportuno que ella reciba un mal, como un castigo.
―Tengo ciertas dudas que te planteo.
Para empezar ¿qué motivación encontrará el lector de las entradas para seguir
leyendo? porque: es posible que no conozcan los relatos, o al menos todos los
relatos, con lo cual puede que les sea difícil seguir los argumentos sin
el sostén de la historia completa de cada uno de ellos; es posible que el formato
les resulte extraño y no quieran hacer el esfuerzo de seguir adelante o por el
contrario les resulte extraño y por ello deseen seguir adelante para ver en qué
queda la cosa. Para seguir ¿qué objetivo vamos a intentar conseguir con las
entradas: hacer que los lectores deseen leer los relatos, mostrar lo que puede
dar de sí un relato si se lee minuciosamente, etc...(habría mil más...o no mil,
pero muchos más). Tengo más dudas, pero ahora no las recuerdo...
―Bueno,
no sé qué motivación puede encontrar nadie en leer lo que a alguien se le
ocurre sobre algo que no ha leído y que puede que nunca lea. Por ejemplo a mí
me gusta leer sobre libros que sé que nunca voy a leer, sobre best seller sin ir
más lejos, o sobre libros de Stephen King, una vez leí sobre 22/11/1963 y me gustó tanto que corrí a
comprármelo. Cuando ya lo tuve ni siquiera lo empecé, entre otras cosas porque
eran como 1000 páginas en letra chica, y se lo regalé a mi hermano. A él le
encantó y cada vez que voy a su casa lo busco, lo ojeo y lo devuelvo a la
estantería. Lo que quiero decir es que me encantan los cuentos, me encanta
hablar de cuentos y de cuentistas y también leer sobre ellos y puede que
alguien encuentre interesantes estos comentarios, o divertidos ¿? o puede que
le parezcan una mierda, pero bueno, pues así es la cosa.
―Creo que podríamos empezar
directamente hablando de los relatos, por ejemplo: ¿Qué te ha parecido La cosecha?
―Está bien, aunque no me gusten los
relatos metaliterarios en general, este me cae simpático, sobre todo cuando la
prota en un momento dado dice que todo lo que acaba de contar es mentira.
Inmaculada Reina
Miguel núñez ballesteros
Punto y Seguido
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