domingo, 23 de febrero de 2014

MIEDO



El COMIC


Miedo es un cómic en el que se narran los pormenores de la vida de dos alumnos de EGB en el año 1981, en los días del intento de golpe de estado que quedará grabado en la historia de España con un número y letra propios: 23F. 
La obra, con un guión escrito a dos manos por David Muñoz y Antonio Trashorras, y dibujada por Javier Rodriguez, fue editada en el 2003 por Glénat.


«Para los españoles fue el año del Todo el mundo al suelo, el año de la noche de los transistores. Para Adrián y Raúl fue el año de El Imperio Contraataca, el año de las amenazas bomba en el colegio. Para todos fue el año del MIEDO»



LA HISTORIA

Aunque a priori se pueda pensar que la obra trata del miedo que los españoles pudieron sentir durante el golpe de estado, en realidad, el 23F es solo el telón de fondo, una referencia temporal para situar nuestra historia en un tiempo y un lugar concretos: los primeros años de la década de los 80’s.


El principal miedo que podremos percibir en la historia es el de su protagonista, Adrián. Cobarde, gordo y gafotas, es la víctima constante de los abusos de sus compañeros de clase, y de los asaltos de un delincuente juvenil que lo espera cada día a la salida del colegio para robarle. En vez de intentar que eso cambie, Adrián se evade refugiándose en las coloridas páginas de sus apreciados tebeos.


Su mejor amigo es Raul, un chico que lleva un correaje ortopédico a causa de su cojera, y cuya vida en el colegio tampoco es fácil. Don Arsenio, el director al que todos apodan «el lapo» por su problema de exceso de salivación, la tiene tomada con él, y no duda en humillarlo delante de toda la clase y golpearlo a su antojo.



Pero a Adrián y a Raúl su amistad no los hace más fuertes. Los dos sufren en silencio sus respectivos miedos, pero mientras, Adrián ni siquiera se plantea buscar una solución a sus problemas, Raul ha comenzado a ejecutar su propio plan en secreto. Él es el autor de las cartas de un supuesto terrorista que amenaza con volar en pedazos el colegio.






Y en una España en la que los colegios cambian de nombre para desgracia de algunos, y la ETA siembra el terror para desgracia de todos, Suárez dimite dando las explicaciones pertinentes por televisión.


Durante la investidura de Calvo Sotelo, y aprovechando el desconcierto político del momento, Tejero asalta el congreso.






Lo de los tanques en valencia no pinta nada bien y la noche se convierte en la de los transistores. Los cimientos de la democracia se tambalean y muchos no pueden pegar ojo esa noche, a causa de la incertidumbre, o más bien a causa del miedo...








Al final, todo queda en un susto.



Mientras, en la televisión el discurso tardío del rey condenando el golpe es repetido hasta la saciedad, en el cine se estrena el Imperio contraataca, y Adrián descubre, por casualidad, que su amigo Raúl es el autor de las cartas.

En la pantalla Han Solo es traicionado por Lando Carlrissian, y Adrián, sentado en la butaca del cine junto a su amigo Raúl, siente la decepción de una amistad que no es del todo sincera.
Días después Raúl le contará a Adrián que por culpa de las amenazas al colegio sus padres han decidido cambiarlo a uno privado. Adrián se siente ya tan traicionado como Solo.
La lluvia será la metáfora de situación que nos anunciará la ruptura definitiva de la amistad, eso y el ¡hijoputa! en el globo de dialogo que deja a cuadros a Raúl.



UN INCISO


Actualmente no creo que sea fácil encontrar un ejemplar de este cómic tan peculiar, y en donde se refleja con tan asombrosa verosimilitud la cotidianidad de aquellos días de principio de la de dedada de los 80's. La simplicidad de cada una de las viñetas está repleta de pequeños detalles que casi inconscientemente nos transportan por unos instantes a aquellos días extraños en que los de mi generación éramos niños.


¿FINAL FELIZ?

En un descuido, un maestro descubre en manos de Adrián los recortes de periódico con los que Raúl confeccionaba las cartas de amenaza. Pero Adrián ni siquiera negará que el sea el autor de las cartas, más porque parece estar en su naturaleza el no defenderse, que por no querer delatar a su ex-amigo. Raúl por su parte, que siempre mostró una amistad desmesurada por Adrián, ahora callará y dejará que su antiguo amigo cargue con la culpa de todo. Adrián es expulsado y tendrá que buscarse otro colegio, pero para él, eso no es ningún castigo, más bien es un liberación. Es entonces cuando vemos el único atisbo de felicidad en su cara.







¡Pobre ingenuo! Todos sabemos que ni Adrián ni Raúl se librarán de sus miedos tan fácilmente. En el mejor de los casos…, pero que que más da eso ahora. El mundial 82 está a la vuelta de la esquina y España es la sede. El miedo se desvanecerá y dejará paso a la algazara y la locura del fútbol. Para que darle más vueltas al asunto, el miedo es algo de lo que ninguno estaremos nunca a salvo. ¿O es qué acaso hay entre nosotros algún Juan Sin Miedo?

Mauricio Ciruelos
Punto Y Seguido

No hay comentarios:

Publicar un comentario