Algunas veces ocurre, dan el Nobel a alguien que admiras, alguien que no solo hace bien su trabajo, sino que además es capaz de crear un mundo propio, de moldearlo y transmitirlo con aparente sencillez, sin que se note el esfuerzo. Cuando eso ocurre te alegras de que así sea, de haber compartido esas historias que de alguna forma te conmovieron y te hicieron formar parte de ese mundo siempre nuevo y siempre distinto.
¡Enhorabuena Señora Munro!
Miguel Núñez
Punto y Seguido
Nuestro libro de relatos “Cuando vivíamos aquí” lo abríamos con la siguiente cita sacada de una de sus entrevistas:
“Una historia no es un camino a seguir, es más bien una casa. Uno entra y permanece ahí por un rato, deambulando de un lado a otro, acomodándose donde más le guste, descubriendo cómo se relacionan los pasillos y las habitaciones entre sí, cómo se modifica el mundo exterior al mirarlo a través de esas ventanas.”
fotografía de Andrew Testa-Rex
Por un momento su mundo era también el nuestro, sus palabras, sin que lo supiéramos, hablaban de nosotros mismos.
Miguel Núñez
Punto y Seguido
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