De regreso de Whitechapel cruzo el puente a la hora en que los primeros rayos acuchillan la Torre. La acera es tan estrecha que apenas permite el paso de una persona.
Al otro lado del puente una dama se aproxima. Lo educado sería bajar del escalón y cederle el paso. Imagino que agradecida inclinará ligeramente su sombrero.
…pero, ¿y si rechazara ese trato de favor?
No, lo más sensato es arrimarse a la baranda para que sea ella quien baje entonces.
…pero ¿y si ella también se aferra a la barandilla?
No, no. Lo mejor es detenerme y esperar. Sin embargo, mi actitud provocará su recelo,
… ¿qué pensará si sospecha de mí?
Se asustará, gritará, formará un escándalo.
La única solución es retroceder hasta encontrar un espacio por el que quepamos los dos
…pero si me doy la vuelta, ¡pensará que estoy huyendo de algo!
Con la luz del día no entiendo a las mujeres. Me va mejor por las noches.
Punto y Seguido
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