En el Distrito Federal hay muchas Ferias del Libro: en el Zócalo, en
el Palacio de la Minería, la del Libro y la Rosa, la de Remate de Libros, la
FILIJ del libro infantil y juvenil, las especializadas en cine, revistas, comics,
etc. También hay varias del Libro Independiente. A la que he acudido se realiza
en el Centro Cultural Bella Época, en la Librería
del Fondo de Cultura Económica Rosario
Castellanos. En realidad han dejado un espacio, en un sector separado del
resto de la librería, para cada una de las 81 editoriales que participan: 80 de
México y una invitada de Chile.
Es
emocionante comprobar que mucha gente sigue apostando por el libro, aun
sabiendo que no es un «negocio» para una editorial independiente. Lo bueno es
haber encontrado un poco de todo: editoriales de libro-objeto, de libros de
arte, otras especializadas en teatro, en novela, en cuento, en ensayo o en
libro infantil. Todo tipo de tapas, coloridas o inmaculadamente blancas, con su
respectiva manera de seducir. Hubiera querido tener más dinero para gastar
porque, como dice Isa Merino, muchos libros me «llamaron», pero mi bolsillo no
daba para todo, aunque estimo que volveré, aunque sea a alguna de las muchas
charlas que hay programadas hasta el 28 de mayo, fecha de cierre. Confieso que
no he podido resistirme a una selección de cuentos de Francisco Hinojosa:
«Negros, éticos y hueros» de ediciones
sin nombre, a una de las revistas de El
puro cuento dedicada al cuento árabe, y a un libro de Rafael Pérez Gay, «No
estamos solos. Escenas de la ciudad y sus delirios», de ediciones Cal y Arena.
La
mayor sorpresa fue encontrar a la editorial Cartonera, hija, por llamarlo de alguna forma, de Eloísa Cartonera, la primera editorial
que se dedicó a hacer libros con tapas de cartón corrugado, pintados y
confeccionados a mano, como una obra de arte. Todos los ejemplares son
diferentes. Trabajan, al igual que todas estas editoriales «cartoneras», en
cooperativa. Eloísa Cartonera surgió
en el 2002, en plena crisis argentina. A los 10 años de su creación ya había
más de 50 editoriales de este tipo en Latinoamérica y España. Editan diferentes
géneros literarios, incluso a autores de renombre, y cada ejemplar es una pieza
única.
En
cuanto a la Feria del Libro Independiente, en ciudades como Buenos Aires se la
llama: Contraferia del Libro, como una respuesta a las grandes editoriales y a los
monopolios que sí tienen stands, enormes por cierto, en la Feria del Libro que
se realiza desde hace 40 años en La Rural.
Lo
verdaderamente importante de esto es la apuesta que hacen estas editoriales independientes
por autores noveles, y sobre todo por la calidad. El esfuerzo de no contar con
dinero para publicidad, el amor por el libro. Este es el motivo por el cual
creo que son MUY IMPORTANTES. Nuestro deber es conocerlas, comprar sus libros y
hacer todo lo posible para que estos «sueños» nunca se terminen.
Andrea Vinci
Punto y Seguido
Andrea, gracias por este paseo por la feria del libro independiente. Me ha gustado mucho. Y soy de la opinión de que se debería tomar ejemplo y apostar por ella y exportar esta idea. Hacen falta ferias como esa y apuestas de ese tipo. EStoy segura de que me habrían llamado muchos libros, y sobre todo me habría comprado un ejemplar único de Eloísa Cartonera. Un placer caminar contigo por esos lares.
ResponderEliminarGracias Isa. Esto es una de las cosas que me gusta de esta ciudad.
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