Cada vez que paso por delante, me gritan los recuerdos atrapados dentro. Tengo que rescatarlos antes de que desaparezcan.
Foto de Iurii Pliushchev
Siete escritores y un proyecto en común. Siete maneras de equilibrismo, de juego, de imaginación. Las ventisiete letras de nuestro alfabeto para escribir el mundo.
Qué buena eres Loli. Sólo a ti se te ocurriría ese rescate de recuerdos que es tan evocador. Me gusta mucho. Enhorabuena.
ResponderEliminarDesde Córdoba, rescatado por tus letras.
Muy bien, Loli. Yo quiero más, muchos más micros tuyos. Es ponerse.
ResponderEliminarUn rescate a Bloc y boli.
ResponderEliminarEnhorabuena Loli, sigo los pasos de los microrrelatistas, yo soy incapaz de escribir algo tan corto y que contenga tanto.
ResponderEliminarNada más con comentar algunas de las fotografías que haces tienes temas para rato. Me acuerdo de aquellos balcones cerrados enfrente de Proteo y cercanos al CAL.
ResponderEliminarJosé María C.
Pura sensibilidad!!
ResponderEliminarYa lo dijo Don Baltasar “Lo bueno cuando es breve es dos veces bueno” Aquí se demuestra que antes de copiar o imitar esas formas tan gastadas o aquellos arquetipos tan manidos en cuanto a micro o minificción se refiere están las buenas ideas, las sensaciones y las palabras que dan forma a los textos; de tal suerte que si bien este texto pareciera se r sólo unas frases sueltas naufragando en un océano blanco, antes está una idea bien plantada que al final nos deja esa sensación de que existen formas más sublimes de entender una realidad. Sin otro particular quedo a sus apreciables órdenes.
ResponderEliminar