miércoles, 24 de julio de 2013

ANTICHRIST by Lars von Trier


Desde el título Lars von Trier deja claro quien es la mala de la película y, desde el primer momento, que Antichrist no es apta para todos los públicos. Un primer plano de unos escasos tres segundos de sexo explícito en blanco y negro y a cámara lenta en el minuto uno desata la polémica.


Willem Dafoe y Charlortt Gainsbourg dan vida al matrimonio protagonista inmersos en la tragedia que supone la muerte accidental de su hijo. Nunca conoceremos los nombres de los personajes que interpretan y exceptuando el prólogo y el epílogo serán los dos únicos actores que encontraremos en el film. Aún así no serán los únicos personajes. La tristeza, el dolor y la desesperanza se convierten también en personajes en cada uno de los capítulos. El mal es el personaje oculto cuya presencia se puede sentir en cada escena. Incluso la magnifica fotografía llena de imágenes de cautivadora belleza se convierte por momentos en un personaje más de la película.


Es extremadamente lenta y aburrida. ¿Aburrida? Sexo, sexo explícito, sexo como distracción, sexo pégame por favor, masturbación femenina, masturbación masculina, eyaculación sangrienta, ablación, sobresalto inesperado, gore animal, gore humano... 



..., una fotografía espectacular, inquietantes diálogos y el incesante golpeo de las bellotas sobre el techo de la cabaña (sobre tu cabeza).


Tiene algo  de Misery, algo de El Resplandor, e incluso alguna escena parece sacada de Cementerio de Animales, todas ellas películas basadas en novelas de Stephen King.




A continuación la imagen más espeluznante.



Los 109 minutos del film están divididos en un prólogo, cuatro capítulos y un epílogo, aunque a veces ni siquiera hay un cambio de escena al pasar de un capítulo al siguiente. 

  • Prólogo.
  • Capítulo 1. Tristeza.
  • Capítulo 2. Dolor. Reina el Kaos.
  • Capítulo 3. Desesperanza. Feminicidio,
  • Capítulo 4. Los tres mendigos.
  • Epílogo.
El Prólogo es fotografía en movimiento, arte cinematográfico en blanco y negro a cámara lenta, acompañado por la impresionante interpretación del aria Lascia ch'iopianga. Perversas escenas de sexo descontrolado, alternadas con las imágenes infantiles de un niño pequeño escapando de su cuna, subiéndose a una ventana y precipitándose al vacío. Su madre alcanza el éxtasis orgásmico en ese instante.


Los tres primeros capítulos hacen referencia a los estados de ánimo que va pasando la protagonista, dado que él parece inmune a la muerte de su hijo. Estos estados de ánimo son denominados en la película Los Tres Mendigos y están encarnados por animales. La tristeza, encarnada por un ciervo, el dolor encarnada por un zorro y la desesperanza encarnada por un cuervo. Los tres animales son hembras.



En estos tres capítulos siempre está presente el miedo, y uno de los objetivos del protagonista, como su marido y terapeuta, es averiguar cual es el temor principal de ella, qué miedo está en la cúspide de la pirámide.


En el capítulo 3 descubrimos que ese miedo es la consecuencia de la obsesión que sufre la protagonista con la maldad femenina. A raíz de sus estudios, un año antes, sobre los feminicidios a lo largo de la historia y la caza de brujas llega a convencerse de que lo femenino es diabólico por naturaleza.



El capítulo 4 es el desenlace de todo el conflicto que tendrá como consecuencia un drástico cambio en el protagonista. ¡Yo cambio!, ¡Yo cambio! gritaría un Furby maltratado en este momento y no es para menos.



El epílogo no deja de ser un tanto enigmático con todas esas mujeres sin rostro subiendo la ladera del bosque en busca del personaje interpretado por Willem Dafoe.



Terror sicológico extremo. Una seductora e inquietante obra de arte.


Mauricio Ciruelos
Punto y Seguido


1 comentario:

  1. Antonio Lupiáñez26 de julio de 2013, 11:40

    Alquilé la película para verla después de leer tu reseña. Menuda estupidez! Eso no hay quien lo entienda!

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