martes, 29 de septiembre de 2015

PRESENTACIÓN EN MÁLAGA #ManerasDeDesandarElTiempo


Después de varias semanas anunciando la presentación de nuestro nuevo libro, por fin se acerca el día. ¡Es ya! ¿Pero ya? ¡Sí, ya! 



FECHA: 1 de OCTUBRE. (Vamos, pasado mañana. ¡Qué nervios!).

LUGAR: ATENEO DE MÁLAGA (Calle Compañía número 2. Donde la Plaza de la Constitución). 

HORA: 20 HORAS. (Da tiempo a un tomar un cafelito antes. A la copa de vino invitamos nosotros. Por un brindar, que no se diga). 


Creo que ya está todo, ¿no? ¿O repasamos? Lo de repasar siempre viene bien. Repasemos pues: 


TÍTULO DEL LIBRO: MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO. 

AUTORES: Punto y seguido. 

Miguel Núñez, Mauricio Ciruelos, Pedro Rojano
Isabel Merino González, Andrea Vinci, Loli Pérez e Inmaculada Reina

DE QUÉ TRATA: No es un libro sobre el tiempo, es más bien un libro de relatos en el tiempo, en nuestro tiempo limitado, y también una excusa para recobrarlo y darle forma. Ese tiempo que mantuvimos atrapados en relojes, en horas, semanas y estaciones, que estiramos, acortamos y dividimos, ahora lo miramos. 


BOOK TRAILER: 



CARTEL PROMOCIONAL: 



AGRADECIMIENTOS: 

Queremos daros las gracias a tod@s por soportar estoicamente este bombardeo promocional sobre la presentación de nuestro tercer libro de relatos y por todo el apoyo y cariño recibido estos días. 

Nos comprometemos a afirmar que la presentación será amena, divertida, ingeniosa y breve, así como que brindaremos al final con todos vosotros. Por ese tiempo desandado y compartido en el Ateneo. 

Podéis compartir esta entrada en las redes sociales usando el Hashtag #ManerasDeDesandarElTiempo. Quedamos muy agradecidos de antemano.


Nos vemos el jueves día 1 a las 20h en el Ateneo de Málaga. No faltéis. 




Punto y seguido


domingo, 27 de septiembre de 2015

QUERIDA VIVIANA A.




(...)
Miércoles 17 de diciembre 

Seis de la mañana. Esta hora es patrimonio de nadie. En la calle se cruzan los noctámbulos de vuelta y los madrugadores que esperan la ayuda de Dios que les prometió el refrán. Una hora incierta, como cantó Sabina. A las seis de la mañana me siento capaz de escribir, yo qué sé ( tú dirías: qué sé yo), En busca del tiempo perdido, los siete tomos ( ¿o eran seis?). Tengo que leer a Proust. Tantos lo valoran y lo citan y yo apenas me quedé en la magdalena. Leo un libro de Piglia: Crítica y ficción.  El capítulo sobre el género policial. Es muy interesante. ¿Te conté que una vez estuve considerando, no seriamente pero sí de manera insistente,  hacerme detective privado? ¿Te imaginas? Ahora me da la risa. Me había quedado en el paro y pasaba muchas horas en el coche, esperando. Esperando que los niños salieran del colegio, de sus actividades extra escolares... Luego comencé a trabajar en el despacho y mi labor principal era hacer gestiones administrativas " de costa a costa", por lo que conducía mucho y también esperaba mucho sentada en el coche. En el coche se piensa muy bien, bueno, tú lo sabes, también lo has practicado. Pues eso, me imaginaba llevando investigaciones privadas, cosas de poca monta: adulterios, engaños a las compañías de seguros...lo que aquí hacen los detectives privados. Con los casi cuatro cursos de Derecho que había terminado, estaba habilitada para hacer estudios cortos de Criminología. Después me postularía en una agencia de detectives para llevar la morralla que no quisiera el propietario. Y pasaría muchas horas en el coche, siguiendo a las pijas adineradas y aburridas que le eran infieles a sus maridos o viceversa. Sentada en el asiento del conductor, comería almendras saladas y bebería latas de coca cola sin descanso (cosa que ya hacía, pero sin coartada), mientras esperaba a que el que fuera saliese de algún portal.(Mientras esperaba es el título de otro relato que empecé y no terminé, pero esa es otra historia).Con mi aspecto no levantaría sospechas y, entretanto, me leería la Literatura Universal (empezando por Proust). Finalmente no me hice detective, pero sí me saqué la carrera de letras estudiando las asignaturas en el coche mientras esperaba que abrieran el Registro del Ayuntamiento de Vélez, la Oficina de Recaudación de Estepona o la puerta del colegio de mis hijos. Por cierto, no me leí la Literatura Universal, ni siquiera empecé con Proust, pero sí que descubrí a muchos "sospechosos de adulterio" saliendo de portales a horas inciertas. Juraría que venían de " fornicar extramatrimonialmente" , tenían toda la cara de eso. Bueno, tal vez sólo haya que decir fornicar, eso no se hace dentro del matrimonio, al menos no con ese nombre.
(...)



Querida Viviana A.
Un relato de Inmaculada Reina



Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015.






Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2. 












sábado, 26 de septiembre de 2015

ESPACIO INACABADO

Fotografía de Irene Núñez
(...)
¿Y cómo sé que es mío?, osó preguntarme. Aguanté el tipo, no le di la cachetada que se merecía, esperé a que me ayudara a decidir, pero escapó. No procrastinó, de eso estoy segura. Yo sí lo hice, estuve al borde. Le robé dinero a mamá, a papá, a mi hermano y hasta a mi abuela, y dudé cada instante. ¿Dudar es procrastinar? Porque yo alargué el plazo al límite, hasta el último suspiro, pero no para pegar el golpe más certero, el más exacto, sino el menos doloroso. No lo logré. El dolor lo llevo conmigo y lo escondo. Hice lo que tenía que hacer y volví a clase al día siguiente, a la maldita clase de Ética donde me plantean historias al borde de la elección. ¿Qué debe estar primero: el informante, el Estado anfitrión, la ciencia o los patrocinadores? ¿Son acaso estos dilemas iguales al mío?
(...)

Espacio inacabado
Un relato de Andrea Vinci



Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015.





Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2. 

viernes, 25 de septiembre de 2015

EL COWBOY DE GUANTE NEGRO




()

Tu hermano se retorcía con gestos de dolor, se tiraba al suelo rodando hasta quedarse con las piernas estiradas y los brazos en cruz sobre el asfalto, inmóvil, con los ojos muy abiertos. Soplabas sobre el cañón, te enfundabas la pistola en la cintura y silbabas la melodía de una película del oeste andando sobre los talones. Le dabas la mano, él se levantaba de un brinco y os ibais a merendar tan campantes.

Me gustaba que dejaras de ser el chico serio de la vecina de enfrente y te transformaras en un villano de ojos grandes y puntería certera. Con aquella pistola te sentías poderoso. Sólo tenías que decir lo que querías para que te obedecieran. 

()

El cowboy de guante negro
Un relato de Loli Pérez


Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015.



Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2

jueves, 24 de septiembre de 2015

DESANDAR EL TIEMPO


Fotografía de Inma Reina
(...)
—¿Te gustó aquello que te hice? —dijo.
—¿El qué? —pregunté.
—Que te tocase aquel día en la sacristía.
Me ruboricé. Después de la comunión nunca había vuelto a pensar en aquello. El deseo que sentía por Desi no lo relacionaba con aquel día. Me encogí de hombros.
—Aquello no estuvo bien —dije.
—¿Te lo has hecho tú sola alguna vez? Negué con la cabeza.
—Eras tan inocente que no pude resistirme. No lo hice porque me guste hacerle eso a las chicas. Lo que me excitaba era hacértelo a ti, poder enseñarte algo que ni siquiera imaginabas que existía. Meter tu cabeza a través del espejo para que vieses lo que había al otro lado.
—¿Qué espejo? —pregunté. Ella se rió.
—¿Quieres que te lo vuelva a hacer?
Me sonrojé aún más, pero descubrí que, como alumna curiosa e inexperta, aquella primera y única lección siempre me había sabido a poco.
—¿No es mejor que me lo haga un chico?
—¿Tú crees que alguno de esos sabe lo que tiene un chica entre las piernas? —dijo incorporándose y señalando con la barbilla a los dos chicos que nos habían acompañado.
(...)

Fotografía de Inma Reina



Desandar el tiempo
Un relato de Mauricio Ciruelos



Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015.





Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2.  





miércoles, 23 de septiembre de 2015

LA NATURALEZA CUÁNTICA DEL TIEMPO


(…)

De todos era conocida la paranoia de Méndez de creer que había muerto hacía varios años y que el tiempo que vivía no era otra cosa que un robo involuntario del tiempo de inocentes. Méndez se acercó a Levinson y le abrazó dejando escapar un llanto amargo. Aquel día se encontraba especialmente acongojado, y no sin motivos, ya que según le explicó a Levinson, los últimos treinta minutos se los había robado a un pobre vaquero de Wisconsin que en ese momento se debatía entre la vida y la muerte. Levinson trató de explicarle, con las evidentes dotes docentes que aún poseía, que su tiempo de vida era exclusivamente suyo. Méndez mutó su expresión. Por un momento pareció convencido, pero en realidad trataba de encontrar argumentos con los que rebatirle. 

()

La naturaleza cuántica del tiempo.
Un relato de Pedro Rojano. 


Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015







Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2.  

martes, 22 de septiembre de 2015

LOS PRIMOS


(...)
Los primos volvieron a la sala. Se mezclaron con los vecinos, los maestros, los antiguos alumnos, los padres de los antiguos alumnos. Alguno se acercó a abrazar a José y acompañarlo en el sentimiento. Ellos daban pequeños pasos hacia la puerta. Con la expresión distendida, podía parecer que estaban a punto de sonreír. No debía de resultar extraño. Dos hombres que se conocían de muchos años atrás, que habían sido como hermanos y que al fin podían celebrar el reencuentro. No, las circunstancias no eran propicias, pero ¿por qué no podían parecer alegres?
(...)
Los primos
Un relato de Miguel Núñez



Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015.





Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2.  



lunes, 21 de septiembre de 2015

LA CALZADA DEL GIGANTE


(…)

Un joven duerme sobre el tresillo. 


El joven

El viejo toma asiento en el butacón y lo observa durante un rato que no sabría cuantificar. Un rato es sólo un rato, aunque no es lo mismo un rato de ocio que un rato laboral, ni un rato de insomnio que un rato de sueño profundo y, por supuesto, no es lo mismo un rato de un joven que un rato de un viejo. Se frota la barbilla y se revuelve la pelusa de la cabeza, pero no hace nada más. Nada más, excepto observar al desconocido. 

El viejo


Dirige una mirada a la puerta. Está cerrada, aunque el cerrojo no está echado, ni recuerda haberlo corrido antes de acostarse. Seguramente no lo haría. Hay noches que olvida hacerlo. Igual que hay noches que olvida ponerse el pijama y se acuesta vestido. Como en esta ocasión, con el mono amarillo. El pañuelo quedó perdido entre el revoltijo de sábanas. 



Carraspea y el desconocido pierde el ritmo de la respiración y cambia de postura. Los ronquidos se hacen más leves, pero no cesan. Ahora puede verle bien la cara e incluso calcular su edad. Debe rondar los veinte. Nariz recta. Cejas pobladas. Pelo recio y oscuro. Bien parecido. Falta saber si es bizco. El tamaño del cuerpo es proporcional al del tresillo, pero está flaquito. 


El joven (de nuevo)

Se acerca y lo descalza. Mejor así. Pies grandes y olorosos, con tomate en el calcetín. Las botas están muy usadas. Las lleva a la pila de lavar, abre el grifo de agua y las mete debajo. Las deja en remojo. El muchacho tose una vez, dos veces, retoma el ritmo de la respiración, se abraza a un cojín y sigue durmiendo. El viejo mira la hora en el reloj de pared. Apenas son las cinco y cuarto. Una madrugada larga, piensa.

(…)

La calzada del gigante
Un relato de Isabel Merino



Este relato al completo podréis leerlo en nuestro libro: 

Maneras de desandar el tiempo. 
Punto y seguido 2015.





Nota: Maneras de desandar el tiempo se presentará el día 1 de Octubre en el Ateneo de Málaga, sito en calle Compañía núm. 2.  


martes, 15 de septiembre de 2015

MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO


¡Ya se acerca el día! El próximo Jueves 1 de Octubre presentamos en Málaga nuestro último trabajo. Un nuevo libro de relatos MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO. Nos gustaría que pudieses celebrarlo con nosotros y brindar al final de la presentación con una copa de vino. Como en los anteriores libros ALBUM DE FAMILIA y CUANDO VIVIAMOS AQUÍ, estamos muy ilusionados por poner en vuestras manos este nuevo trabajo que se ha alargado más de tres años. 





Te dejamos aquí un aperitivo de lo que será nuestra presentación.  





Lugar: Ateneo de Málaga (plaza de la Constitución)
Hora: 20:00
Fecha: Jueves, 1 de Octubre

Próximas presentaciones en Antequera, Sevilla y Granada

Punto y Seguido

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Breve Historia del Cuento: Cuento Moderno Kafka

KAFKA






FRANZ KAFKA (1883-1924)


«Hacer de lo grotesco y surrealista lo natural, y de lo cotidiano lo retorcido e infinito»

Aunque Chéjov es considerado el padre del cuento moderno, con Kafka esa evolución que deja atrás el modelo propuesto por Poe, se divide en dos vertientes diferenciadas, la chejoviana y la kafkiana. 

Con un lenguaje sencillo Kafka nos muestra lo cotidiano como algo tortuoso y sórdido mientras aceptamos el hecho grotesco o surrealista con naturalidad. Está muy lejos de querer ofrecerle al lector un final cerrado en sus cuentos y esa retorcida cotidianidad termina por transformarse en una espiral infinita de la que el protagonista no puede escapar.

El termino kafkiano es usado como adjetivo para describir situaciones que a priori deberían resolverse de manera simple, pero que por motivos que están fuera del alcance o de la compresión del individuo que las vive, terminan adquiriendo un alto grado de complejidad de manera absurda e irremediable.

Esa indefensión, esa perdida del control de la situación por parte del sujeto en favor de un poder externo implacable es lo que ocurre en gran parte de su obra, tanto en los cuentos como en las novelas, y por lo que se considera a Kafka un autor enmarcado dentro del existencialismo, cuyos escritos contribuyeron en parte al desarrollo de esta corriente filosófica. La deformación de la realidad para expresar de manera muy personal y subjetiva su visión sobre la verdadera naturaleza del hombre también enmarca su obra dentro del expresionismo.

En Un médico rural la realidad y lo onírico se entrelazan de manera natural conformando un relato surrealista pero verosímil para el lector. El protagonista se encuentra con diversas dificultades para poder atender una llamada urgente, a diez millas de distancia, en mitad de la noche, durante una tormenta invernal... Aún así logra llegar al supuesto paciente, gracias a la mágica rapidez de unos caballos sobrenaturales, pero al que finalmente es incapaz de ayudar. Su vuelta a casa se tornará dramática, quedando atrapado en un camino de regreso infinito y sintiéndose engañado (existencialismo).

A este paso nunca llegaré a casa (...) Desnudo, medio muerto de frío y a mi edad, con un coche terrenal y dos caballos sobrenaturales, vagando por los caminos. Mi abrigo cuelga detrás, pero no puedo alcanzarlo...

La historia que discurre de manera simple pero a la vez enrevesada y angustiosa por la superficie del cuento, se vuelve profundamente compleja si atendemos a su sentido metafórico, su simbolismo maniqueista y sus paradójicas contradicciones. El viaje que se transforma en un querer regresar, el médico que no sana, el paciente sano que quiere morir, la flor que es una herida mortal, los que piden ayuda incapaces de prestarla, los rápidos caballos sobrenaturales incapaces a avanzar...

Primeras dos paginas del manuscrito de El Castillo (Das Schloss)
Fotografía: Andrea Vinci

Aunque Kafka fue un hombre atormentado por sus demonios, víctima del despotismo de su padre, enfermo de insomnio y frecuentes cefaleas, y él mismo nos confiesa en sus cuadernos que la mayor parte de su obra esta influenciada principalmente por su vida, aparte de todo ese simbolismo oscuro que encierra entre sus páginas, lo que también encontramos en sus escritos es el miedo al poder, a la alienación, a lo desconocido y, sobre todo, una desbordante y desconcertante imaginación. 



Mauri
Punto y Seguido