lunes, 7 de abril de 2014

WISLAWA SZYMBORSKA o AMOR A PRIMERA VISTA

Hace un par de años ni siquiera sabía quién era esta poetisa polaca cuyo apellido aún me cuesta pronunciar y que fue ganadora del premio Nobel en 1996. Me invitaron a leer uno de sus poemas Amor a primera vista, y nada más terminar de leerlo, me entró el ansia por leer y disfrutar de toda su obra. Aún no he concluido, a pesar de que toda junta cabe en un tomo de 300 páginas, y el porqué es sencillo: quiero disfrutar a sorbitos de esa poesía hecha de emoción, de metafísica, de ironía y de cotidianidad. 
Debe ser a elección. Cambiar para que no cambie nada/ Es fácil, imposible, difícil, vale un intento/ Sus ojos son, si cabe, una vez azules, otra vez grises/ negros, alegres, sin causa llenos de lágrimas/ Duerme con él como una cualquiera, única en el mundo/ Le parirá cuatro hijos, ningún hijo, uno/ Ingenua, mas la que mejor aconseja/ Débil, mas podrá con el peso/ No tiene cabeza, pues la tendrá… (De Retrato de Mujer)
Nada sucede dos veces/ ni va a suceder, por eso/ sin experiencia nacemos/ sin rutina moriremos/ En esta escuela del mundo/ ni siendo malos alumnos/ repetiremos un año/ un invierno, un verano/ No es el mismo ningún día/ no hay dos noches parecidas/ igual mirada en los ojos/ dos besos que se repitan… (De Nada dos veces)
Wislawa Szymborska es un mito en Polonia, donde nació en 1923. La mayor parte de su vida transcurrió en Cracovia. Sus últimos años, (murió en 2012, mientras dormía),  los vivió en un piso sin lujos en el que, según sus invitados, a menudos traductores y periodistas, nunca faltaban ni el brandy, ni los bombones. Escribió una decena de libros de poemas, (repudió los dos que publicó antes de 1957 por el apego excesivo al realismo socialista), entre los que destacan: El gran número, Fin y Principio, Gente en el puente,  Instante o Aquí, y durante treinta años publicó agudas e irónicas notas de lecturas, en la prensa polaca. Su expresión favorita era no sé y escribió uno de los discursos de recepción del Nobel, más breves e irónicos que se recuerdan. 
La Comisión del Nobel la calificó como una Mozart de la Poesía.

Se dice que en un discurso lo más difícil es siempre la primera frase… Pues ya la dije… Pero presiento que las que siguen van a ser igualmente difíciles, la tercera, la sexta, la décima, hasta la última, ya que debo hablar sobre poesía

Aunque merece la pena leer el discurso completo, (podéis leerlo pinchando aquí), he subrayado algunas frases del mismo que me resultaron particularmente interesantes: 

El poeta contemporáneo es escéptico y desconfía incluso -o más bien principalmente- de sí mismo. Con desgano confiesa públicamente que es poeta -como si se tratara de algo vergonzoso. En estos tiempos bulliciosos es más fácil que admitamos los vicios propios, con tal de causar efectos fuertes; mucho más difícil es reconocer las virtudes, ya que están escondidas más profundamente, y hasta uno mismo no cree tanto en ellas. 

Los poetas, obviamente, quieren ser publicados, leídos y entendidos, pero ya no hacen nada o casi nada en su vida cotidiana para destacar entre la gente. Sin embargo, hace poco, en las primeras décadas de nuestro siglo, a los poetas les gustaba escandalizar con su ropa extravagante y con su comportamiento excéntrico. Aquello no eran más que espectáculos para el público, ya que siempre tenía que llegar el momento en que el poeta cerraba la puerta, se quitaba toda esa parafernalia: capas y oropeles, y se detenía en el silencio, en espera de sí mismo frente a una hoja de papel en blanco, que en el fondo es lo único que importa. 

De cada problema resuelto surge un enjambre de nuevas preguntas. La inspiración, cualquier cosa que sea, nace de un perpetuo: No lo sé. 

En la lengua de la poesía, donde pesa cada palabra, ya nada es común. Ninguna piedra y ninguna nube sobre esa piedra. Ningún día y ninguna noche que le suceda. Y sobre todo, ninguna existencia particular en este mundo. Todo indica que los poetas tendrán siempre mucho trabajo. 




Cuando escribo siempre tengo la sensación de que alguien está detrás de mí haciendo muecas. Por eso huyo, todo lo que puedo, de las grandes palabras. 
Wislawa Szymborska despojó a su poesía de gravedad retórica, para lo cual, como leí alguna vez,  recurría al distanciamiento intelectual y emocional a  través del humor. Eso, y el frecuente recurso del lenguaje coloquial, la sencillez, los versos breves y desvelar lo insólito a través de los hechos aparentemente más insignificantes o cotidianos, son las características que definen su obra. 

Prefiero afirmar que la razón no es la culpable de todo/.../ Prefiero lo ridículo de escribir poemas/ a lo ridículo de no escribirlos/.../ Prefiero el infierno al caos del orden/.../ Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas/.../ Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros/.../ Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado/ a muchas otras tampoco mencionadas… (De Posibilidades) 
No sé si ésta ha sido o no la mejor manera de presentaros a una poeta que me ganó con la primera estrofa del poema Amor a primera vista, pero ha sido la mejor manera que he encontrado. Sin embargo, ahora que releo todo lo que os he contado, pienso: ¿Y si hubiera bastado tan sólo con esa primera estrofa? Al fin y al cabo lo mío con la poesía de Wislawa fue eso: Un Amor a primera vista. 

Ambos están convencidos/ de que los ha unido un sentimiento repentino/ Es hermosa esa seguridad/ pero la inseguridad es más hermosa/ Imaginan que como antes no se conocían/ no había sucedido nada entre ellos/ Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos/ en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?… (De Amor a primera vista)
Estrofa de Amor a primera vista. ( De Fin y Principio. 1993)

Quizá una cierta noche el mismo sueño desaparecido inmediatamente después de despertar... 




Punto y Seguido




6 comentarios:

  1. Isa gracias por hacernos llegar esta magnífica poeta de la que aún no había leído nada, me ha encantado tu visión personal, y los versos que has compartido.

    Abrazos enormes

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  2. Muchas gracias Loli, aunque deberíamos dársela a Inma, ya que fue ella quien me la descubrió a mí hace tiempo. Si puedes, lee algunos de sus poemas, seguro que te gustan tanto como a mí. Debió ser un gran personaje, de ese tipo de personas que me gustaría haber conocido.

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  3. Gracias Isa, un placer leerte y leerla

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  4. Muchas gracias a ti, Rocío. Descubrir a un nuevo autor, una nueva lectura, y que nos llene, es algo incomparable. Eso me pasó con Wislawa.

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  5. Me uno a este amor a primera vista con Wislawa Szymborska. ¡Qué maravilloso primer encuentro me has regalado!
    Muchas gracias por compartir, porque hoy mismo me iré a una librería a ver qué me consigo de esta maravillosa escritora.

    Un beso y gracias por escribir en mi Siberia.

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    1. Me alegra haberte hecho sentir, lo que un día me hizo sentir a mí quien me la presentó. Realmente: Un amor a primera vista. Por eso no podía titular la entrada de otra manera. Me emociona tu comentario. Muchísimas gracias por dejármelo.

      Nos vemos en Siberia.
      Un abrazo.

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