jueves, 28 de mayo de 2015

EL ARTE DE PROCRASTINAR

Un día cualquiera. Hora: 20:15. Me siento a escribir. Abro mi documento: Novela. Doc.

Releo las últimas hojas escritas. Me llega una notificación de Facebook: Uno de mis contactos ha subido fotos de sus hijos. ¡Qué monos! Le doy a Me gusta. Suena el whatsapp una vez, dos, tres… Es uno de los grupos. Lo pongo en silencio, pero antes, leo la conversación. Aprovecho para ver las fotos de los perfiles de mis contactos. Actualizo la mía. ¿Dónde estábamos? Ah, sí, la novela. Me releo el último párrafo. Pongo un punto y aparte y escribo: Era un día… Notificación de Twitter. El Unicaja ha ganado. ¡Olé! Retuiteo la noticia a todos mis seguidores. Hace calor. Voy a por un vaso de agua y me recojo el pelo en una coleta. No me gusta la frase que he escrito. Releo el último párrafo de nuevo. La borro. ¡Qué hambre! ¿Qué hora es? Las 21:20. Voy a seguir hasta las y media. Ay, me acabo de acordar de un texto muy bueno de Baricco que me puede inspirar. Voy a la estantería y cojo Seda. Busco un párrafo en concreto. Sí, sí, es genial. Yo debería escribir algo así. Observo la hoja en blanco. Uy, es hora de cenar. Mejor, sigo mañana. Hora: 21:47.        




Esto es lo que se llama Procrastinar, o como lo define la RAE: Diferir, aplazar.
La procrastinación se define como el hábito de eludir responsabilidades que son importantes en función de diversas distracciones irrelevantes. 

El procrastinador siempre buscará subestimar el tiempo para realizar una tarea y buscará otras formas de reemplazarla. Evade las responsabilidades sin negarse completamente a hacerlas, por ello se tranquiliza momentáneamente con postergarlas.

Pero no sólo se habla de procrastinación en ámbitos de escritores, ya que es un mal común que afecta a cualquier tarea importante a la que tengamos que enfrentarnos y que postergamos continuamente. 

Ejemplo: Escena final de Lo que el viento se llevó. 


Escarlata O’Hara: No quiero pensar en esto ahora. Me volveré loca si pienso ahora en que lo pierdo. Pensaré en ello mañana. Pero… no puedo dejarle marchar. Tiene que haber algún remedio para impedirlo. No quiero pensar en esto ahora. Yo… En fin, yo mañana me iré a Tara –Y se sintió aliviada. (…) Pensaré en todo esto mañana, en Tara. Allí me será más fácil soportarlo. Sí, mañana pensaré en el medio de convencer a Rhett. Después de todo, mañana será otro día.  



Detrás de la procrastinación en la escritura, por centrarnos en un campo donde es bastante frecuente encontrarla, se esconden miedos y autoengaños, problemas en la interacción con otros autores, en la búsqueda de información y en el establecimiento de prioridades. Pero todo es cuestión de convencerse y localizar cuál es el problema: qué cosas nos hacen procrastinar

En el caso de la literatura en concreto, nos encontramos con el temor de no realizar un trabajo sobresaliente. Se trata de la espera por publicar la novela, poemario o ensayo que, al ser sometido a la crítica, salga airoso y se defienda por sí solo. Temor ante la incertidumbre, ante el despliegue a la luz, el salir de las sombras de creerse un Nobel. Preferimos vivir en el anonimato antes que vernos expuestos a los ojos de los demás. 

Formas de procrastinar del escritor

Leer manuales para escritores, investigar sobre épocas y personajes, leer blogs de escritores, leer historias de éxito de otros escritores, participar en tertulias literarias, dejarse atrapar por las redes sociales, soñar con nuestro éxito rotundo, creernos un fracaso y considerar carreras alternativas, viajar para escribir, apadrinar a otro autor, etc. 

Para evitar estos tipos de procrastinación bastaría con concentrarse en lo que nos hace falta para la construcción del personaje o la época, elegir un par de manuales acorde a nuestra etapa actual como autores, reducir el número de blogs que se siguen, limitar el tiempo de uso de las redes y centrarnos en lo que realmente nos interesa para nuestro proyecto. 

En definitiva, aceptar la situación y tomar la decisión honesta de modificar nuestros ya formados hábitos de distracción sistemática, evasión y eternas huidas a nuestras actividades creativas y transformar la procrastinación en productividad. 


Herramientas útiles para hacer frente a la procrastinación. 

1. Técnica del pomodoro: Trabajar por objetivos pequeños y realizables, consistente en dividir las tareas grandes en pequeñas y puntuales de unos 20 minutos para empezar. El periodo no debe ser inferior a 5 minutos, ni mayor de 60. 
2. Escribir un diario de procrastinación, donde crearemos un registro de la actividad evasora, para así sacarlas de la inconsciencia y llamarlas a nuestra atención. 
3. Indagar y resolver la causa de la procrastinación, ya que ésta no es un síntoma de vagancia y por regla general esconde una causa más profunda, como el agotamiento mental, el sueño, el desinterés, la apatía o el estrés. 
4. Evitar el autosabotaje y establecer una meta para finalizar un primer borrador. 

El autosabotaje es una de las principales causas de la procrastinación y suele ocurrir cuando se le ha dedicado muchos años y esfuerzos a un mismo proyecto. El inconsciente se acostumbra a ser el eterno aspirante a escritor. Finalizar la obra implica completar una transformación y si la acabamos, muchas excusas dejan de tener vigencia: No puedo salir porque estoy con la novela, no puedo trabajar porque no he terminado la novela, no puedo llamarme escritor porque no he publicado, no puedo ser feliz porque no puedo llamarme escritor...

En resumen: Acabar con la procrastinación es pasar de la actitud de dejarse llevar por la corriente a asumir el control y manejar el timón del barco. Hay que tomar las riendas de la escritura y llegar hasta la meta fijada. 

Lo más importante es terminar el primer borrador: sólo si lo completamos podremos empezar a cambiarlo. 

Para finalizar, os dejo un cuento con moraleja y, tal vez, con mucho de procrastinación entre sus líneas:

EL MONO PIENSA EN ESTE TEMA

¿Por qué será tan atractivo -pensaba el Mono en otra ocasión, cuando le dio por la literatura- y al mismo tiempo como tan sin gracia ese tema del escritor que no escribe, o el del que se pasa la vida preparándose para producir una obra maestra y poco a poco va convirtiéndose en mero lector mecánico de libros cada vez más importantes pero que en realidad no le interesan, o el socorrido, (el más universal), del que cuando ha perfeccionado un estilo se encuentra con que no tiene nada qué decir, o el del que entre más inteligente es, menos escribe, en tanto que a su alrededor otros quizá no tan inteligentes como él y a quienes él conoce y desprecia un poco, publican obras que todo el mundo comenta y que en efecto a veces son hasta buenas, o el del que en alguna forma ha logrado fama de inteligente y se tortura pensando que sus amigos esperan de él que escriba algo, y lo hace, con el único resultado de que sus amigos empiezan a sospechar de su inteligencia y de vez en cuando se suicida o el del tonto que se cree inteligente y escribe cosas tan inteligentes que los inteligentes se admiran, o el del que ni es inteligente ni tonto ni escribe ni nadie conoce ni existe ni nada?

Augusto Monterroso



No es bueno dar consejo y solamente hablar de ello. Tienes que sentarte y resistir, decía James Herbert. Un buen consejo, sin duda. 


Así que ya sabes: Deja de leer este artículo. Cierra el explorador, abre tu procesador de textos o saca tu cuaderno y: 

PONTE A ESCRIBIR

Es la única solución real para la procrastinación. 


Punto y seguido







Blografía: blognisaba.wordpress, tallerdeescritoresetrebol.blogspot, hillaryrettig.com, suburbano.net, pojomovsky.com, valentinatruneau.com, upapep.mx, monografias.com


4 comentarios:

  1. Pues tienes razón, Isa, qué hago yo aquí, leyéndote, cuando tenía que estar escribiendo. Anda, que no, que me ha gustado tu entrada. Y es verdad, yo hago lo fácil, que es leer, en vez de escribir.

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  2. Pues aquí estoy procrastinando yo también, si es que soy una artista en el arte de procrastinar, ya me ves, jajaj
    Si te sirve de consuelo, yo suelo hacer lo mismo, Ximens.

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  3. Isa tengo que aprenderme las normas para no procrastinar, estupendo tu artículo. Gracias!

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  4. Hola Muchachos Lindo el ESLOGAN 7,1,2 y 27 (Prov 1.7) .. Sabe a Numerologia

    GRAN ARTICULO bello...Mucho Filete cuando lo comun es el Devaneo.

    Digo: Chicos si encajamos el texto "ZONA de CONFORT" Asumo que Sera mas Contundente sin quitarle una pizca de merito muy por el contrario tan solo para colocarle la cereza.

    Dios Mediante Pronto estare por Alla seria lindo conocerlos.

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