Miguel:
Mi estreno con Lobo Antunes fue con La muerte de Carlos Gardel, pero no sabría decir de qué iba el
libro, ahora que lo pienso, no sé de qué van ninguno de sus libros o, mejor
aún, siempre van de lo mismo: gente que sufre, gente que recuerda, gente que
habla y habla. Lo que sí recuerdo es la fascinación que me produjo, la
fascinación por las palabras, por su afán de desmenuzamiento, de decirlo todo,
también que no podía dejar de leerlo, volver una y otra vez sobre aquellas
palabras.
Inmaculada:
Hay una entrevista suya de 2013 en Youtube, en un Festival de
literatura de Bilbao, recuerdo que se refirió a eso que dices...las historias
me importan un pito, dijo, son para las abuelitas. Que lo que a él le interesa
es meter el mundo entero entre las cubiertas del libro. Y que eso es imposible,
porque requiere transformar en palabras cosas que son anteriores a las
palabras, como emociones, movimientos inconscientes...que por definición son
intraducibles a palabras. Tienes que ver esa entrevista. Escribir de corazón a
corazón, decía, ese era su empeño. Contar el dolor, porque nunca lo ha
entendido. De eso van sus libros. No he leído La muerte de Carlos Gardel, aún.
Ahora estoy terminando Sobre los ríos que van, que escribió después del cáncer.
Miguel:
Luego la busco. Supongo que lo terrible y fascinante de Lobo Antunes
son esos despliegues, ese querer contar el mundo a partir de un detalle
aparentemente insignificante.
"Las buganvillas en flor a lo
largo del muro. A menudo, no importa qué esté haciendo o en qué ande pensando,
me vienen las buganvillas en flor, azules y moradas, a lo largo del muro, el
viejo y oscuro muro de mi infancia, entre la travesía y el callejón. Tanta
sombra, siempre, por debajo de la buganvilla: e insectos diminutos, lagartijas,
amenazas. Recuerdos así: mi bisabuela, aturdida, desataba un pañuelo de
bolsillo y desparramaba un montón de joyas en la mesa. Me quitaba los caramelos
y se los comía ella con esa boca elástica de los viejos ..."
Tengo escrito un relato a partir de una frase sacada de uno de
sus artículos en El País, "dejo que gotee la cuchara, que manche el
mantel, ..." Me encantaban sus crónicas, cada sábado por la mañana,
durante no sé cuantos años, bajaba al quiosco, me compraba el periódico y me
sentaba a leerlas y a fumar en el primer escalón que pillaba.
Inmaculada:
Sus crónicas fueron las que me ganaron en primer lugar. En ellas
encuentro la esencia de su literatura pero aligerada de exigencia. Y sobre todo
la intimidad, van directas al centro de uno: de corazón a corazón. No me
extraña que buscaras ese momento de intimidad, en el escalón más próximo, con
el cigarrillo. Yo las solía leer en el rincón de mi dormitorio, junto a la
ventana, donde te conté que me estoy recluyendo cada día más. Qué maravilla las
Crónicas. Él no les da valor, dice que no le cuesta escribirlas. Y esa parece
ser la medida que se exige: sudar la literatura. Le oí contar cómo alcanzó la
voz que lo caracteriza. Escribía sin parar y le decían que lo que hacía era
bueno, pero él pensaba " aún no, no es eso..." y lo seguía
intentando. Estando de médico en el ala pediátrica de un hospital conoció a un
niño muy enfermo que solía estar solo porque los padres eran pobres y vivían
lejos y cuenta que era muy guapo y lo abrazaba. El niño murió y él vio
como se lo llevaban envuelto en una sábana, con un pie fuera haciendo así
( y mueve una de las manos levemente de un lado a otro). En aquel
momento decidió escribir para aquel pie del niño muerto y escribió Memoria de
elefante, su primera novela, en la que por fin encontró su voz. Es tremendo
Lobo Antunes, encuentra palabras, frases, que te agarran por las solapas el
alma. No hay una sola línea de su literatura que no esté llena de
belleza. Ese párrafo que has copiado, por ejemplo, la sombra debajo de la
buganvilla, esa boca elástica de los viejos ,son perfectos. Es un maestro de
las imágenes y la adjetivación.
Recuerdo tu relato de la cuchara y que reconocí lo que había
allí de Lobo Antunes.
Miguel:
Quizás por eso te gustara ese relato. De alguna manera al copiar
la línea de la cuchara me impregné de algo suyo. ¡Qué bueno!
También creo que él está más cerca de la poesía que de la
narrativa, puede que eso fuera lo que me enganchó al principio. Nunca he sido
muy lector de novelas, es más, hubo un tiempo en que no me gustaban las
novelas, solo leía poesía y el paso a la narrativa fue a través del cuento, que
para mí es otra forma de poesía y Lobo Antunes apareció en esa transición. No
quiero decir que no me gusten las novelas, me encantan las historias de abuelas,
como dice él, pero esa forma de llegar, de agarrarte y sacudirte que tiene la
poesía es muy difícil en narrativa, eso solo aparece en algunos cuentos de
algunos autores y en Lobo Antunes, por supuesto.
Inmaculada:
Ya que has hablado de poesía, encontré un estudio sobre Lobo de
Antonio Sáez Delgado en Turia, que habla de eso:
Es imposible hablar de António Lobo
Antunes sin hablar de poesía. No solo porque el propio autor ha dicho siempre
que fue lo primero que escribió y es su vocación frustrada, sino porque, en ese
camino sin retorno que enfrentan sus novelas en el laberinto de los géneros
literarios, la poesía ocupa un lugar fundamental. El estilo de Lobo Antunes
participa de las características del lenguaje poético, empleando la elipsis, la
imagen y la intensidad lírica y simbólica con una potencia que hace que muchos
de sus lectores se adentren en sus obras con la pasión de quien lo hace en un
extenso poema de varias centenas de páginas, que encierra al lector en su mundo
y lo arrastra sin remedio a través del torrente de su lenguaje.
Y ya puestos, como la inspiración es patrimonio de los
poetas, me parece que Lobo Antunes cree en ella. Él habla de que frente a la
hoja en blanco debe cerrar una parte de su cabeza y abrir otra que suele
estar cerrada, y es ahí donde llega la voz que le dicta los libros. Y sabe
cuándo están terminados porque , como las mujeres que ya no le quieren e
intenta tocarlas pero nada, igualmente le ocurre con sus libros.
La entrada es estupenda y muy original. Una charla que nos deja con ganas de leer a Lobo Antúnez, sin lugar a dudas
ResponderEliminarPues aún queda la segunda parte!!
ResponderEliminarHola, genial, me ha gustado mucho. Como ya sabes, aún no he leído nada de Lobo Antúnez, y tras leer vuestra charla debo decir, que al fin me han entrado ganas de hacerlo. Siempre digo que hay un tiempo para cada libro o autor y que es cuando es y llega cuando llega, y no antes. Creo que ha llegado mi momento con Lobo Antúnez. Gracias por este jardín de entrada, por las buganvillas y por la boca elástica de los anciano.s
ResponderEliminarGracias, Isa. Comienza con las Crónicas. Ya verás.
ResponderEliminarEstas conversaciones LOBOtomizan . Estupendas
ResponderEliminarGracias, hermano. Nos lo hemos pasado muy bien charlando sobre el maestro.
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